Ana me explica que el quiere sexo del de verdad, ponerse a 4 patas, follar en el coche, meterle mano en público, que se excite cuando ve a otras mujeres, ponerle celoso. Pero no Ivan no es así, Ivan es pausado, calmado, tranquilo y confiado, muy familiar y nada vicioso, la antíntesis de Ana.
Ana es una chica muy bonita, rellenita, pero guapa, unas piernas bien formadas, una bonita cintura, lo mas llamativo es su cara, redontita, con ojos achinados, morena y muy tierna y lo más excitante sus pechos. Se los conocía de las veces que fuimos a la playa juntos, son grandes, una 100 tranquilamente, nada colgantes, firmes, duros, la palabra era "espectaculares".
A Ana, como ya habréis adivinado le encanta el sexo. Me lo demostró una noche cuando eramos novios, follándome en los reservados de un pub, con unos 6 pares de ojos viéndonos.
Ivan es el prototipo de "tío bueno", joven, cachas, alto, simpático, lo tenía todo... excepto libido.
Le pregunté a Ana si había probado a llevárselo de vacaciones, a ponerlo celoso con otros chicos, a tratar de excitarlo con otras mujeres. Ana lo había probado todo lo lógico. La última vez le había preparado una sorpresa en forma de vestido de fulana total. Con un vestido de una sola pieza, palabra de honor ajustado a su cuerpo y muy corto, peinada hacia atrás y con los ojos muy pintados. Le había tumbado en la cama "se la comí como nunca lo había hecho" y se lo acabó follando ella con las manos de el en su culo.
Le comenté la posibilidad de que el tuviera un romance secreto y Ana me confesó que lo había pensado, pero que le parecía difícil; se veían muy a menudo, el trabajaba muchas horas y las que no, las solían pasar juntos. Era difícil tener una aventura con el poco tiempo que le queda libre.
Noté a Ana muy preocupada, demasiado y yo... bueno ya me conocéis. Le propuse que fuera a por todas. Me preguntó que quería decir.
Le expliqué que tenía que hacerle ver que le gustaba el sexo y que no podría estar con un novio parado y mojigato.
- Y que hago? - Me preguntó con una cara curiosa
Le expliqué mi plan y no pareció disgustarle. Celar como un animal a Ivan, decirle que la habían invitado unos amigos a un SPA y que si quería venir... si el se animara celarlo allí mismo y despertar en el nuevas sensaciones; y que si se diera el extraño caso de que dijera que no, ir ella con los amigos y esperar la reacción de Ivan.
Ana le explicó a su novio que se iba a un balneario con dos amigos de la universidad, intentando buscar que a Ivan le picaran los celos y se apuntara al viaje. Pero con un simple "Es una pena que no pueda ir por culpa de mi trabajo. Pero ve tu sin problema" Ana quedó tocada y hundida.
¿Cómo era posible que su novio le dejara ir de vacaciones 3 días con dos chicos? A Ana eso le pareció la gota que colmaba el vaso y decidió ir igualmente con sus dos amigos. Pasarlo bien, olvidarse de los problemas con su novio y pensar que hacia con su relación a la vuelta.
Salieron de vacaciones a un balneario muy famoso, Ana Dani y Diego. Iván conocía a los dos y sabía que Ana y Diego habían tenido "algo más que una amistad".
Previamente había tenido una charla con Ana y ella quedó en pasárselo lo mejor posible, hablar de la vida y solucionar problemas.
Solo pasarían dos noches en el balneario.
Pasaron a buscar a Ana por su casa y allí salió a despedirla Ivan. "Menudo capullo" soltó Dani.
Ya en el coche, mientras Diego conducía y Dani hacía de copiloto, Ana iba detrás seria, muy seria. No era para menos. Su relación estaba punto de irse al garete. Dani trataba de sacarle alguna sonrisa a Ana, pero esta apenas reaccionaba, este ni corto ni perezoso se desabrochó el cinturón de seguridad y se pasó atrás con ella. Conozco a Dani y es un salido de mucho cuidado, un cazador con carnet profesional. Colocó su brazo alrededor del cuello de Ana y así estuvo durante casi todo el trayecto, diciéndole palabras de consuelo y gastándole alguna broma que otra.Diego se limitaba a sonreír y a ayudar al consuelo. Ana sonrió en más de una ocasión y descansó su cabeza en el hombro de Dani.
El balneario era precioso. Llegaron a la hora de comer, Ana se fue a su habitación y los chicos a la suya.
- Yo no tengo hambre, el viaje ha sido un poco largo y me voy a ir directamente al circuito spa - Dijo Ana mientras subía a su habitación.
Siguiendo lo planeado, todos se fueron a las habitaciones y en 20 minutos estaban los tres en el gran espacio donde el agua y el vapor se mezclaban. No había demasiada gente, un matrimonio de unos 50 años y dos mujeres cercanas a los 40. Dani y yo estábamos esperando a nuestra amiga sentados en el banco de mármol, cerca del agua cuando Ana apareció. Con su bañador de una pieza, con sus bonitas piernas y sus grandes tetas, los dos se quedaron boquiabiertos.
- Parecéis dos viejos verdes - Dijo Ana algo ruborizada
- Y tu un ángel - Respondió Dani
Tras unos minutos de risas, nos fuimos al agua.
Dani se zambulló rápidamente en la piscina principal.
Diego le preguntó a Ana cómo estaba. Tenía ojos tristes y le costaba sonreir; la situación no era la más adecuada para ello. Dijo que rompería con Ivan en cuanto llegara a casa.
- No es solo por el sexo, es muy "dejado", poco romántico. Necesito más atención y por supuesto mejor vida sexual - Dijo con la mirada perdida
- Piénsalo bien, hagas lo que hagas cuenta conmigo - Le respondió Diego poniendo la mano sobre su hombro.
"Vamos chiiiicos, esto está de lujo" Escuchamos gritar a Dani.
El circuito SPA era muy completo, comenzamos con los chorros a presión en diferentes partes del cuerpo, desde la nuca hasta los tobillos. Cuando llegaron al de la espalda los tres disfrutaron como enanos. Dani se dio la vuelta y puso su pecho contra el chorro de agua. Diego hizo lo mismo y le dijo a Ana que lo probara. No era su intención provocarla pero ella se lo tomó así y con una mirada más que pícara, les dijo que con sus tetas eso no era buena idea. Los tres se rieron a carcajada limpia.
En la siguiente estación que compartieron, el duelo entre los chicos paso a un segundo nivel. Ana se intentó poner en el gran chorro a presión que te golpea la espalda, pero la fuerza del agua le impedía mantenerse quieta. Viendo como se movía Diego y Dani fueron a ayudarla. Diego la tomó por las manos, ella seguía resbalando, Dani la agarró por la cintura, los dos estaban a merced del agua y entre risas y resbalones, Diego tomó la mano de Ana con fuerza y se acercó a ella. Ana tenía a Dani delante suya agarrándola por la cintura y a Diego detrás tomándola de los hombros, el agua los golpeaba a los tres y las risas se hacían cada vez más elevadas, al igual que las manos. Las de Diego agarraban a Ana por las axilas y sus dedos notaban textura de la parte exterior de sus pechos. Dani a su vez, sujetaba a su amiga por la cintura y las grandes tetas de esta rozaban el pecho de su amigo. La situación era más cómica que otra cosa, pero Ana sentía las cuatro manos en su cuerpo y pequeñas mariposas comenzaba a revolotear en su estómago.
Con el tiempo se fueron separando. Dani se recostó en una cama de marmol de donde salían infinitos chorros de agua que masajeaban todo su cuerpo. Diego se entretuvo con el chorro alto que golpeaba en el cuello y Ana se quedó en los chorros que te masajeaban los píes.
Después de varios minutos probándolos todos acabaron por meterse los tres en un pequeño jacuzzi. Sin hablar se relajaron y recostaron las cabezas hacia atrás. Los grandes pechos de Ana sobresalían entre las burbujas, era una visión tremendamente arrebatadora y sensual. El lugar era muy pequeño y sus piernas se tocaban. Ana colocó una sobre las rodillas de Diego y la otra sobre las de Dani, quedando así semi flotando en el burbujeante agua.
Las burbujas hacían que su cuerpo sintiera cientos de caricias y un par más apenas se notarían. Dani comenzó a acariciar suavemente los pies de Ana, más en plan colega que en plan vicioso. Al percatarse de su maniobra la mano de Diego descansó sobre la rodilla que tenía apollada sobre sus piernas. Así en silencio pasaron cerca de 10 minutos.
No estoy seguro de que Ana se percatara de que sus dos amigos tenían sus inocentes manos sobre partes de su cuerpo, pero si era así ella se dejó hacer.
Al poco nos fuimos a la sauna, en ella Dani y Diego se sentaron y ella apoyó su cabeza sobre mis piernas y los pies sobre las de su otro amigo. En el primer atrevimiento serio de la tarde Diego jugó con el sudor de su frente con los dedos, mientras ella sonreía. Dani al ver la maniobra se giró ligeramente hasta que los píes de Ana quedaron entre sus piernas y nuestro amigo comenzó a masajearselos suavemente.
Ana estaba en el cielo, su cara ya era la natural y su cabeza ahora estaba disfrutando del placer de estar con dos amigos y que estos la cuidaran como lo estaban haciendo.
Ana abrió los ojos y los miro, buscando explicación a la escena: ella recostada entre dos hombres y estos haciéndole caricias y mimos. Su cara pasó de mostrar agradecimiento a una mezcla de temor y remordimiento en un segundo.
Después de probar todo el circuito y de repetir más de una estación, decidieron ducharse e ir a dar un paseo por el jardín del SPA. En el Ana les contó sus planes de cara al futuro: Dejaría a Iván y se iría a vivir con una amiga que se acababa de mudar a la ciudad. Diego trató de suavizar su posición, pero Dani no hacía más que animarla a que dejara a su chico. Las intenciones de Dani estaban muy claras: el no quería salir de estas mini vacaciones sin haber intentado algo con Ana.
En el restaurante Ana confirmó a Diego, mientras Dani bajaba, que se estaban portando muy bien con ella, que Dani era un chico muy atento y que no recordaba que fuera tan agradable. Diego no quiso decirle que Dani lo que buscaba era un rollo, tampoco hubiera tenido tiempo ya que a Ana se le escaparon sus intenciones según bajaba el vino por la garganta de Diego:
- Es más, si me lo propone no me importaría tener algo con el aquí - Le dijo mirando a la nada
Un hombre es siempre un hombre y cuando una mujer que te atrae te dice algo así no tienes más remedio que contraatacar.
- A mi tampoco me importaría tener algo contigo - Le respondió tragándose toda su amistad por ella.
Ana levantó la vista y acariciándole la mejilla me respondió:
- Lo sé, lo sé -
La cena transcurrió entre risas y bromas, estaban muy cansados por el circuito y se fueron a la cama.
El día siguiente Ana apareció con una cara diferente, feliz y muy alegre, la sonrisa de buenos días descubría que, o bien la sesión de SPA le había sentado de maravilla, que sus penas habían desaparecido o ambas cosas.
- Chicos, nos vamos a hacer la parte relajante del circuito - Comentó mientras desayunaban café, tostadas y zumo de frutas.
No hubo discusión posible, y al poco tiempo de acabar de dasayunar, se presentaron en una sala grande llena de nuevas estaciones hidro-termales. Estas consistían en chorros de agua más suaves, mezcla de frío y calor y una pequeña piscina de agua tibia en el exterior, que contrastaba con la despejada y fría mañana que había amanecido. Era temprano y un día entre semana, con lo cual se puede decir que tenían literalmente el circuito para ellos solos.
Ana les sorprendió cuando se despojó de su albornoz y les dejó ver que no vestía su bañador de una pieza, si no un bonito bikini.
Los chicos no dijeron palabra alguna, ella los tomó de las manos y se los llevó al agua. La primera estación era una cama de piedra con diferentes chorros suaves que masajeaban desde la nuca a los pies. El cuerpo de Ana era lo más apetecible que podían imaginar. Su espalda se curvaba, sus pechos se movían con lentitud.
La siguiente piscina era de agua semi-fría y los tres entraron entre risas y gritos. Cuando sus cuerpos se acostumbraron a la temperatura, comenzaron a hablar.
Ni que decir tiene que las miradas de los dos chicos se posaban más en los fríos y duros pezones de Ana que en sus bonitos ojos. Ella se dio cuenta y decidió jugar un poco.
- Os vais a quedar ciegos - Les dijo pillándolos in fraganti
- Es que hay cosas que llaman poderosamente la atención - Le respondió Diego
Ella ni corta ni perezosa subió su busto y dejó al aire sus bonitos pechos.
- Los vuestros también están un poco "puntiagudos" - Les dijo mirándolos
- Hace frío es lo más normal del mundo - Repondió Dani acariciándose uno
- Si es tan normal, dejad de mirármelos me los acabaréis gastando - Dijo Ana colocando sus manos encima del bikini y excitando aún más a sus amigos.
Los tres estallaron en una carcajada nerviosa.
La siguiente estación era un baño relajante de agua salada, en el flotabas ligeramente y los tres amigos así lo intentaban. Las manos ayudando a estabilizarse se hicieron más que una ayuda y los tres sufrieron tocamientos en el culo o muslos. Ana no se cortaba y ayudaba a sus amigos cogiéndolos por la nuca y las nalgas. Ellos hacían lo mismo con ella. Ana volvía a sentir las cuatro manos sobre su cuerpo y hoy le gustaba y le excitaba. Las manos de Diego eran las mas comedidas, sujetando su cabeza y su espalda. Sin embargo las de Dani buscaban su nuca y su trasero y una vez que encontraban a este sus dedos se movían juguetones por sus nalgas.
Ana callaba y disfrutaba.
En la piscina exterior se mezcla el frío de la mañana con el calor del agua y solamente se veían las tres cabezas asomando por la humeante agua.
- Si saco mi cuerpo se me van a poner los pezones como para sacar un ojo a alguien - Dijo Dani
- Si saco yo el mío os vais a enterar - Respondió Ana desafiante
- Adelante - La reté yo
Tomando impulso sacó su cuerpo hasta la cintura y permaneció así varios segundos. Sus pezones comenzaron a marcarse a través de su bikini. Los chicos comenzaron a aplaudir eufóricos
- Eso si que nos sacaría un ojo - Dije yo cuando Ana volvió a meter su cuerpo en el caliente agua.
- No creas, tampoco es para tanto - Me respondió
Dani se levantó sin decir ni una palabra y estuvo varios segundos con su torso al aire. Cuando volvió al agua Ana se le acercó.
- Ahora déjame tocarlos a ver si están duros o no, no te los he visto -
Lo normal era que Dani le dijera que sí que estaban duros, pero aquello ni Dani estaba frío ni aquella situación era normal.
Ana se acercó se sentó entre los chicos y con su mano acarició levemente el pezón derecho de su amigo.
- Está más duro el mío - Dijo
- Podemos? - respondió Dani
"Podemos?" Dani acbaba de pluralizar la idea de acosar a Ana, Diego nervioso no sabía donde meterse.
Ana se incorporo un poco y dejo bikini al aire, con sus dos pezones soresaliendo apuntando alto y duros.
Dani acercó su mano a uno... y Diego "no tuvo más remedio" que hacer lo mismo con el que quedaba libre.
Sí, en efecto, Ana tenía unos pezones preciosos y muy duros, el frío había hecho el resto y la fina tela del bikini hacía que la sensibilidad ganara la batalla. Volvió a meterse dentro del agua, pero las manos de sus amigos no habían dejado de acariciar con cuidado los pezones de Ana.
Esta no protestó, simplemente reclinó su cabeza para atrás y disfrutó del masaje que le estaban dando.
- Me estáis poniendo muy caliente, chicos - Logró decir después de un suspiro aún con la cabeza recostada y mirando al cielo azul.
Las manos de Diego y de Dani ya no solo acariciaban los pezones a través del bikini, ahora los dedos habían ganado terreno y los pechos de Ana estaban cubiertos totalmente por las manos de sus amigos.
Pero Ana quiere tocar. Las manos de Ana se deslizan lentamente hacia el bañador de Dani, nota su erección, esto la vuelve a hacer suspirar, todo lo hace con los ojos cerrados, recuerda la polla de Dani, era dulce, agradable, experta, sabía moverse muy bien... Ana necesitaba besar a alguien y Sergio estaba muy cerca, Sergio estaba absorto mirando como la mano de Ana se posaba sobre la entrepierna de Dani, acercó su boca lentamente hacia él, sedienta, necesitaba sentir su lengua, volvieron los recuerdos de un verano caliente y húmedo, muy húmedo con mucho sexo, risas y alegría, recordó esa misma lengua recorriendo todo su cuerpo y dando placer a su entrepierna.
-Quiero correrme- pidió Ana a sus amigos- necesito correrme, por favor... - Ana suplicó a sus amigos entre suspiros...
-Estamos al aire libre... -dijo Dani
-Nunca me ha importado eso chicos... si nos mira alguien, mejor -
Al decir estas palabras Dani y Diego sintieron sus bañadores a punto de estallar... Dani conocía muy bien el coño de Ana, lo recordaba a la perfección y sabía donde tenía que tocar, exactamente, Dani sabía como tocar sus pezones para llevar a Ana al punto del orgasmo...
La mano de Dani entró dentro del bikini de Ana, se lo quitó con manos expertas, uno de sus dedos se perdió dentro del sexo de Ana, esta se volvió loca, abrió lo ojos, miró a Dani.
- Uno mas, por favor - Dijo entre suspiros
Lo que no esperaba Ana era que el otro dedo que comenzaba a tocarla era de otra mano, Diego necesitaba tocarla... sus dedos se acercaron a ella y empezaron a masajear lentamente su clítoris.
- Uno mas, por favor - Dijo entre suspiros
Lo que no esperaba Ana era que el otro dedo que comenzaba a tocarla era de otra mano, Diego necesitaba tocarla... sus dedos se acercaron a ella y empezaron a masajear lentamente su clítoris.
La calentura de Ana se manifestaba en las pollas de sus dos amantes en forma de apretones y movimientos masturbatorios.
- Deja nuestras pollas concéntrate en correrte en mis dedos Anita.... - Susurró Dani al oido de Ana
Ana, se percató de la situación, dos manos para su coño, sentirlas le hizo comenzar a moverse al ritmo que sus amigos le marcaban y a dirigirlos al mismo tiempo... no aguantaría demasiado, Diego la estaba volviendo loca y Dani le metía sus dedos lentamente mientras la besaba, Diego le tocaba los pezones y... llegaba, pero ella no quería, no... no.. "Aguanta" se decía a ella misma.
-Ana, el placer será mejor si.... - Empezó a decir Diego.
Un suspiro le llenó la boca y empezó a convulsionarse con el gran orgasmo que estaba experimentando... una oleada de placer la envolvió, no sabía donde estaba, y le daba igual, solo sentía placer... y quería mas... y sobretodo, quería esas dos pollas dentro de ella...
Los chicos, extrañamente tímidos, se separaron de ella observándola con curiosidad y excitación. Ana tenía sus grandes y preciosas tetas fuera de la parte superior del bikini y la parte inferior estaba reposando tranquilamente al borde de la piscina, al igual que su cabeza. Recuperada del gran orgasmo que acababa de tener, los miró a los dos, tomó la mano de Diego y lo sentó donde ella había estado antes.
- Quítate el bañador - Le susurró Ana
En menos de dos segundos el culo de Diego estaba sobre el banco, dentro del agua. Ana pudo ver que su polla estaba dura y preparada.
Ana le dio la espalda a su amigo, se acercó a el y abriendo las piernas, colocó su coño justo encima de la dura polla. Acto seguido la tomó y bajando lentamente comenzó a introducirla en su coño. Diego resoplaba con cada centímetro que su polla era engullida por el mojado coño de Ana. Dani los miraba sentado delante de ellos, con las manos dentro del agua y dentro de su bañador, masturbándose lentamente... Ana lo sabía.
Ahora Ana estaba totalmente sentada sobre la polla de Diego, moviendose lentamente, muy lentamente. Diego gemía levemente en el oido de Ana en cada movimiento de esta. Las manos de su amigo se perdían entre los pechos de Ana. Dani sabía que Ana estaba en el cielo; pero no quería quedarse como un mero pajillero.
Se levantó ya sin su bañador y fue directamente hacía la boca de Ana. La besó fréneticamente, como lo habían hecho en su época de novios, sus lengua jugaron una vez más... después de años sin tocarse.
Dani se separó de la boca de Ana y se incorporó despacio. Se puso de píe y su gran y conocida polla buscó sitio en la boca de Ana. Ella la besó mirando a los ojos a su ex, lamió su glande y a continuación desapareció en su boca. Dani dió un respingo de placer.
Ahora Ana estaba completa. Diego la tomaba por las caderas metiendo su polla en el coño, mientras Dani acariciaba sus mejillas ligeramente deformadas por la polla que tenian dentro.
Ana estaba en el cielo.
- Deberíamos irnos a una habitación - Sigirió Dani entre jadeos
- Dios.... no, necesito más, mucho más - Suplicó Ana sacando la polla de su ex de la boca.
- Hay cuatro personas disfrutando del espectáculo ahí dentro - Contestó Dani tranquilamente.
Ana y Diego se giraron rápidamente y vieron a dos jóvenes parejas mirándolos sin pudor alguno.
Lentamente y sin pensarlo. Ana se liberó de la polla de Diego y con un beso en la boca se incorporó cogiendo su bikini y poniéndoselo de nuevo. Se giró y besó de nuevo a Dani.
- Vamos a mi habitación - Dijo Ana
Y tomando a ambos de la mano los sacó de la piscina.
- ¡¡Si necesitáis ayuda avisadme!! - Dijo con sorna uno de los jóvenes que los estaba mirando.
Ana se giró y respondió:
- No lo descartes -
Consiguiendo así sonrojar al chico, que pensaba que había dicho la última palabra... y provocar a sus dos amantes.
No tardaron en llegar a la habitación de Ana, solamente con sus albornoces puestos y debajo de ellos sus cuerpos aún mojados. Ana cerró la puerta trás de si, dejando a sus amigos delante de ella mientras los miraba con una cara que ni siquiera Dani reconocía.
Habían subido las escaleras de la mano, con Ana tirando de ellos con decisión, mientras sus cabezas jugaban con lo que podría pasar cuando llegaran a la habitación.
Ana abrió la puerta con su llave. Dani y Diego se que quedaron de pie junto a la puerta ya cerrada a sus espaldas. Ana avanzó hacia la cama que se encontraba delante de ellos.
Se quitó la bata y les dejó ver su precioso culo y su melena mojada. Sin darse la vuelta se desanudó la parte de arriba del bikini y lo dejó caer a su derecha, para a continuación desatarse las braguitas y quedarse totalmente desnuda, dándole la espalda a sus futuros amantes.
Se dejó caer boca abajo en el colchón y abrió levemente las piernas.
Dani y Diego ni se miraron, simplemente comenzaron a acercarse mientras se despojaban de sus albornoces.
Ana sintió las cuatro manos sobre sus piernas, acariciándola, despacio, incluso con timidez. Su mente divagaba y solo sentía las cuatro manos de sus amantes perdiendose entre sus piernas. No había caras ni respiraciones, solo manostocando el interior de sus muslos. En un acto reflejo abrió más sus piernas y comenzó a notar como los dedos furtivos de sus compañeros empezaron a buscar sus rincones más oscuros, más calientes, más húmedos.
No sabría cual de sus dos amantes lo estaba haciendo, pero de repente comenzó a notar como dos dedos buscaban su coño, su pelvis se elevó para dejar más espacio y los dos dedos comenzaron a moverse, expertos por los labios de su coño. Comenzó a sentir calor, a notar como sus mejillas comenzaban a calentarse... y como dos manos comenzaban a acariciarle el pelo.
Abrió los ojos por primera vez y vio la cara de Diego, delante de la suya. Este se acercó a ella y con un leve movimiento comenzó a besarle los labios, para mas tarde comerle la boca, lengua incluida.
Los dedos de Dani entraban y salían de su coño con habilidad, al igual que la lengua de Diego en su boca y así semi empalada por algunos apendices de sus amantes comenzó a disfrutar.
- Comedme el coño y el culo, por favor - Gimió cuando su boca estaba libre de la lengua de Diego.
Ni siquieran dudaron. Dani levantó las caderas de su amiga y sin miramientos, comenzó a comer el coño que antes había estado ocupado por sus dedos, mientras que Diego se acercó a su culo, abriendo las piernas se colocó encima de la espalda de Ana y agachándose comenzó a pasar la lengua por su raja.
Ana estaba en el cielo y un poco más allá. La lengua de Dani chupaba con hambre su clitiríx, mientras que la de Diego con suaves lametones jugaba en su culo. Ana apretaba con sus manos la sábana de su cama y trabata de ahogar un grito de placer mordiendo la almohada.
El orgasmo le vino cuando la boca de Dani se acopló en su coño y su lengua comenzó a meterse dentro de ella. Justo cuando Diego abri sus nalgas y comenzó a hacer lo mismo en su ano. Ana gritó, chilló más bien, agudo al principio y grave al final, golpeando con las palmas de sus manos el colchón.
Los chicos vieron los espasmos de placer de Ana y se separaron de ella cuando esta dejó de gritar, viendo como se volvía a recostar en la cama, esta vez boca arriba, aún temblando por el orgasmo que acababa de tener.
Diego la miró a los ojos, cuando ella se incorporó y se sentó a los píes de la cama.
- Tu mandas - Le dijo con una maliciosa sonrisa en la boca.
Sin articular palabra, Ana se incorporó sentándose a los píes de la cama y haciendo un gesto con ambas manos, los mandó acercarse. Ellos, totalmente desnudos y ya muy empalmados se acercaron. Ana los tomó por las pollas que le apuntaban a la cara y se las acercó.
Besó el capullo enrojecido, mojado y dulce de ambos y sin pensarselo engulló la de Diego de un solo golpe, mientras su mano izquierda sujetaba por la base la de Dani.
Lod dos la observaban ya jadeando. A los pocos segundo giró su cabeza y comenzó a tratar con el mismo amor la segunda polla mientras pajeaba la primer ya muy lubricada por su saliba.
Así se pasó algunos minutos, cambiando de polla según notaba la excitación crecer en sus dos amantes.
Se separó de ellos, clavó sus rodillas en el suelo dejando sus tetas sobre la cama, colocándose en una posición cómoda para ella.
- Metedmela, no os corráis, solo metedmela, dadme placer unos segundos y os váis cambiando - Ordenó con una voz mezcla de verguenza y máxima excitación.
Así el primero que se acercó a ella fue Dani, que simplemente tuvo que agacharse un poco e insertar su duro y lubricado miembro en el depilado coño de Ana. Durante casi un minuto su amigo la montó, despacio, con cuidado y llegando hasta el final de su coño, en cada suave embestida Ana sentia el cielo entre sus piernas. Cuando le tocó el turno a Diego, este aceleró las embestidas y Ana comenzó a gemir en cada una de ellas.
Dani no podía más y sentándose a los píes de la cama abrí sus piernas y colocó su polla delante de la cara de Ana. Esta comenzó a chupar, lamer, comer, besar... morder.
Lo necesitaba, necesitaba sentir placer, mucho y lo estaba consiguiendo.
El primer orgasmo lo tuvo con Diego taladrándole el coño y la polla de Dani ocupando su boca, apenas pudo gritar, pero sus espasmos la delataban.
Después de ese orgasmo los chicos cambiaron las posiciones. En cuanto Ana notó la polla de Dani entrar en su coño, con el placer aún chorreando en su interior, su grito fue más que alto. Diego se puso en el lugar de Dani y así, a los pocos minutos, le volvieron a sacar otro orgasmo.
Ana se incorporó y se tumbó como pudo en la cama, boca arriba. Los chicos se tumbaron a ambos lados de su amiga y solamente hablaron a traves de sus rspiraciones. Ambos comenzaron a jugar con los grande spechos de Ana. Esta comenzó a respigarse de nuevo.
- Váis a matarme de gusto - Suspiró
- Ahora nos tienes que matar tu a nosotros - Le respondió Diego.
Ana se incorporó, rápida como una gata, con una sonrisa en la boca.
- Mi coñito no va a poder aguantar más polla hoy, pero mi boca esta mucho más que hambrienta - Dijo mientras se mordía un labio y con una cara que sus amigos nunca habían visto.
Los chicos abrieron las piernas y dejaron ver toda la sangre que tenían acumulada en sus entrepiernas.
- Sírvete - Le dijo Dani sonriendo.
Ana no se lo pensó.
Hizo que los chicos se juntaran hasta tocarse los brazos entre ellos y Ana comenzó a cenar.
Su boca volaba de polla en polla, con maestría y con dulzura, lamiento y besando, chupando y comiendo.
Los chicos no podían más. Ana lo sabía.
- Quiero que os corráis en mis tetas, los dos - Ordenó con las pollas en ambas manos
Ana continuó chupando, ahora más duro, más intenso, hasta el final. Cuando los chicos estuvieron cerca, ambos se incorporaron quedándose de rodillas.
Ana comenzó a masturbarlos a la vez, con ambas manos, sacando la lengua en un gesto vicioso y caliente.
- Vamos, vamos, joder, darmelo todo, vamos.... - Se dejaba llevar Ana
Entre gemidos y gritos de los tres las bonitas tetas de Ana comenzaron a teñirse de blanco. Ana dejó las pollas descargar contra sus tetas y rápidamente buscó su coño para masturbarse y correrse una vez más sintiendo esas corridas en su piel.
"Clap" Sonó en la habitación y un ruido de rosas al caer al suelo se oyó con la fuerza de un concierto.
- Iván...... - Susurró Ana sin girar la cabeza y sin ver la cara más amarga que podéis imaginar.
Al girarse, Ana solamente pudo ver las espaldas de su novio alejándose por el pasillo del hotel, sin ni siquiera cerrar la puerta de la habitación.
- Anita... vuelve a la cama - Escuchó a sus espaldas sin saber cual de los dos amigos se lo había dicho.
-Ana, el placer será mejor si.... - Empezó a decir Diego.
Un suspiro le llenó la boca y empezó a convulsionarse con el gran orgasmo que estaba experimentando... una oleada de placer la envolvió, no sabía donde estaba, y le daba igual, solo sentía placer... y quería mas... y sobretodo, quería esas dos pollas dentro de ella...
Los chicos, extrañamente tímidos, se separaron de ella observándola con curiosidad y excitación. Ana tenía sus grandes y preciosas tetas fuera de la parte superior del bikini y la parte inferior estaba reposando tranquilamente al borde de la piscina, al igual que su cabeza. Recuperada del gran orgasmo que acababa de tener, los miró a los dos, tomó la mano de Diego y lo sentó donde ella había estado antes.
- Quítate el bañador - Le susurró Ana
En menos de dos segundos el culo de Diego estaba sobre el banco, dentro del agua. Ana pudo ver que su polla estaba dura y preparada.
Ana le dio la espalda a su amigo, se acercó a el y abriendo las piernas, colocó su coño justo encima de la dura polla. Acto seguido la tomó y bajando lentamente comenzó a introducirla en su coño. Diego resoplaba con cada centímetro que su polla era engullida por el mojado coño de Ana. Dani los miraba sentado delante de ellos, con las manos dentro del agua y dentro de su bañador, masturbándose lentamente... Ana lo sabía.
Ahora Ana estaba totalmente sentada sobre la polla de Diego, moviendose lentamente, muy lentamente. Diego gemía levemente en el oido de Ana en cada movimiento de esta. Las manos de su amigo se perdían entre los pechos de Ana. Dani sabía que Ana estaba en el cielo; pero no quería quedarse como un mero pajillero.
Se levantó ya sin su bañador y fue directamente hacía la boca de Ana. La besó fréneticamente, como lo habían hecho en su época de novios, sus lengua jugaron una vez más... después de años sin tocarse.
Dani se separó de la boca de Ana y se incorporó despacio. Se puso de píe y su gran y conocida polla buscó sitio en la boca de Ana. Ella la besó mirando a los ojos a su ex, lamió su glande y a continuación desapareció en su boca. Dani dió un respingo de placer.
Ahora Ana estaba completa. Diego la tomaba por las caderas metiendo su polla en el coño, mientras Dani acariciaba sus mejillas ligeramente deformadas por la polla que tenian dentro.
Ana estaba en el cielo.
- Deberíamos irnos a una habitación - Sigirió Dani entre jadeos
- Dios.... no, necesito más, mucho más - Suplicó Ana sacando la polla de su ex de la boca.
- Hay cuatro personas disfrutando del espectáculo ahí dentro - Contestó Dani tranquilamente.
Ana y Diego se giraron rápidamente y vieron a dos jóvenes parejas mirándolos sin pudor alguno.
Lentamente y sin pensarlo. Ana se liberó de la polla de Diego y con un beso en la boca se incorporó cogiendo su bikini y poniéndoselo de nuevo. Se giró y besó de nuevo a Dani.
- Vamos a mi habitación - Dijo Ana
Y tomando a ambos de la mano los sacó de la piscina.
- ¡¡Si necesitáis ayuda avisadme!! - Dijo con sorna uno de los jóvenes que los estaba mirando.
Ana se giró y respondió:
- No lo descartes -
Consiguiendo así sonrojar al chico, que pensaba que había dicho la última palabra... y provocar a sus dos amantes.
No tardaron en llegar a la habitación de Ana, solamente con sus albornoces puestos y debajo de ellos sus cuerpos aún mojados. Ana cerró la puerta trás de si, dejando a sus amigos delante de ella mientras los miraba con una cara que ni siquiera Dani reconocía.
Habían subido las escaleras de la mano, con Ana tirando de ellos con decisión, mientras sus cabezas jugaban con lo que podría pasar cuando llegaran a la habitación.
Ana abrió la puerta con su llave. Dani y Diego se que quedaron de pie junto a la puerta ya cerrada a sus espaldas. Ana avanzó hacia la cama que se encontraba delante de ellos.
Se quitó la bata y les dejó ver su precioso culo y su melena mojada. Sin darse la vuelta se desanudó la parte de arriba del bikini y lo dejó caer a su derecha, para a continuación desatarse las braguitas y quedarse totalmente desnuda, dándole la espalda a sus futuros amantes.
Se dejó caer boca abajo en el colchón y abrió levemente las piernas.
Dani y Diego ni se miraron, simplemente comenzaron a acercarse mientras se despojaban de sus albornoces.
Ana sintió las cuatro manos sobre sus piernas, acariciándola, despacio, incluso con timidez. Su mente divagaba y solo sentía las cuatro manos de sus amantes perdiendose entre sus piernas. No había caras ni respiraciones, solo manostocando el interior de sus muslos. En un acto reflejo abrió más sus piernas y comenzó a notar como los dedos furtivos de sus compañeros empezaron a buscar sus rincones más oscuros, más calientes, más húmedos.
No sabría cual de sus dos amantes lo estaba haciendo, pero de repente comenzó a notar como dos dedos buscaban su coño, su pelvis se elevó para dejar más espacio y los dos dedos comenzaron a moverse, expertos por los labios de su coño. Comenzó a sentir calor, a notar como sus mejillas comenzaban a calentarse... y como dos manos comenzaban a acariciarle el pelo.
Abrió los ojos por primera vez y vio la cara de Diego, delante de la suya. Este se acercó a ella y con un leve movimiento comenzó a besarle los labios, para mas tarde comerle la boca, lengua incluida.
Los dedos de Dani entraban y salían de su coño con habilidad, al igual que la lengua de Diego en su boca y así semi empalada por algunos apendices de sus amantes comenzó a disfrutar.
- Comedme el coño y el culo, por favor - Gimió cuando su boca estaba libre de la lengua de Diego.
Ni siquieran dudaron. Dani levantó las caderas de su amiga y sin miramientos, comenzó a comer el coño que antes había estado ocupado por sus dedos, mientras que Diego se acercó a su culo, abriendo las piernas se colocó encima de la espalda de Ana y agachándose comenzó a pasar la lengua por su raja.
Ana estaba en el cielo y un poco más allá. La lengua de Dani chupaba con hambre su clitiríx, mientras que la de Diego con suaves lametones jugaba en su culo. Ana apretaba con sus manos la sábana de su cama y trabata de ahogar un grito de placer mordiendo la almohada.
El orgasmo le vino cuando la boca de Dani se acopló en su coño y su lengua comenzó a meterse dentro de ella. Justo cuando Diego abri sus nalgas y comenzó a hacer lo mismo en su ano. Ana gritó, chilló más bien, agudo al principio y grave al final, golpeando con las palmas de sus manos el colchón.
Los chicos vieron los espasmos de placer de Ana y se separaron de ella cuando esta dejó de gritar, viendo como se volvía a recostar en la cama, esta vez boca arriba, aún temblando por el orgasmo que acababa de tener.
Diego la miró a los ojos, cuando ella se incorporó y se sentó a los píes de la cama.
- Tu mandas - Le dijo con una maliciosa sonrisa en la boca.
Sin articular palabra, Ana se incorporó sentándose a los píes de la cama y haciendo un gesto con ambas manos, los mandó acercarse. Ellos, totalmente desnudos y ya muy empalmados se acercaron. Ana los tomó por las pollas que le apuntaban a la cara y se las acercó.
Besó el capullo enrojecido, mojado y dulce de ambos y sin pensarselo engulló la de Diego de un solo golpe, mientras su mano izquierda sujetaba por la base la de Dani.
Lod dos la observaban ya jadeando. A los pocos segundo giró su cabeza y comenzó a tratar con el mismo amor la segunda polla mientras pajeaba la primer ya muy lubricada por su saliba.
Así se pasó algunos minutos, cambiando de polla según notaba la excitación crecer en sus dos amantes.
Se separó de ellos, clavó sus rodillas en el suelo dejando sus tetas sobre la cama, colocándose en una posición cómoda para ella.
- Metedmela, no os corráis, solo metedmela, dadme placer unos segundos y os váis cambiando - Ordenó con una voz mezcla de verguenza y máxima excitación.
Así el primero que se acercó a ella fue Dani, que simplemente tuvo que agacharse un poco e insertar su duro y lubricado miembro en el depilado coño de Ana. Durante casi un minuto su amigo la montó, despacio, con cuidado y llegando hasta el final de su coño, en cada suave embestida Ana sentia el cielo entre sus piernas. Cuando le tocó el turno a Diego, este aceleró las embestidas y Ana comenzó a gemir en cada una de ellas.
Dani no podía más y sentándose a los píes de la cama abrí sus piernas y colocó su polla delante de la cara de Ana. Esta comenzó a chupar, lamer, comer, besar... morder.
Lo necesitaba, necesitaba sentir placer, mucho y lo estaba consiguiendo.
El primer orgasmo lo tuvo con Diego taladrándole el coño y la polla de Dani ocupando su boca, apenas pudo gritar, pero sus espasmos la delataban.
Después de ese orgasmo los chicos cambiaron las posiciones. En cuanto Ana notó la polla de Dani entrar en su coño, con el placer aún chorreando en su interior, su grito fue más que alto. Diego se puso en el lugar de Dani y así, a los pocos minutos, le volvieron a sacar otro orgasmo.
Ana se incorporó y se tumbó como pudo en la cama, boca arriba. Los chicos se tumbaron a ambos lados de su amiga y solamente hablaron a traves de sus rspiraciones. Ambos comenzaron a jugar con los grande spechos de Ana. Esta comenzó a respigarse de nuevo.
- Váis a matarme de gusto - Suspiró
- Ahora nos tienes que matar tu a nosotros - Le respondió Diego.
Ana se incorporó, rápida como una gata, con una sonrisa en la boca.
- Mi coñito no va a poder aguantar más polla hoy, pero mi boca esta mucho más que hambrienta - Dijo mientras se mordía un labio y con una cara que sus amigos nunca habían visto.
Los chicos abrieron las piernas y dejaron ver toda la sangre que tenían acumulada en sus entrepiernas.
- Sírvete - Le dijo Dani sonriendo.
Ana no se lo pensó.
Hizo que los chicos se juntaran hasta tocarse los brazos entre ellos y Ana comenzó a cenar.
Su boca volaba de polla en polla, con maestría y con dulzura, lamiento y besando, chupando y comiendo.
Los chicos no podían más. Ana lo sabía.
- Quiero que os corráis en mis tetas, los dos - Ordenó con las pollas en ambas manos
Ana continuó chupando, ahora más duro, más intenso, hasta el final. Cuando los chicos estuvieron cerca, ambos se incorporaron quedándose de rodillas.
Ana comenzó a masturbarlos a la vez, con ambas manos, sacando la lengua en un gesto vicioso y caliente.
- Vamos, vamos, joder, darmelo todo, vamos.... - Se dejaba llevar Ana
Entre gemidos y gritos de los tres las bonitas tetas de Ana comenzaron a teñirse de blanco. Ana dejó las pollas descargar contra sus tetas y rápidamente buscó su coño para masturbarse y correrse una vez más sintiendo esas corridas en su piel.
"Clap" Sonó en la habitación y un ruido de rosas al caer al suelo se oyó con la fuerza de un concierto.
- Iván...... - Susurró Ana sin girar la cabeza y sin ver la cara más amarga que podéis imaginar.
Al girarse, Ana solamente pudo ver las espaldas de su novio alejándose por el pasillo del hotel, sin ni siquiera cerrar la puerta de la habitación.
- Anita... vuelve a la cama - Escuchó a sus espaldas sin saber cual de los dos amigos se lo había dicho.