26 may 2010

Me turbas sin más

Gabriela, Gabi para los amigos es preciosa, 35 años, morena de pelo largo, ojos verdes, alta y con una figura más que apetecible.

Gabi estaba casada con Rodolfo, eran felices y tenían una preciosa niña de 3 años. Su matrimonio era de lo más normal, en una ciudad de lo más normal y con una vida social de lo más normal.

Gabi acababa de trabajar a las 15.00 como profesora de instituto y tenía muchas tardes libres, a Gabi le encantaba navegar por la Web. Tenia cuentas en Facebook, Twitter, Youtube, etc, etc.
La vida sexual de Gabi era lo más común después de años de matrimonio, fidelidad y una hija, lo justo para contentar a ambas partes, pero nada copioso.

La media de masturbaciones de Gabi era de dos veces a la semana, usaba su pequeño consolador regalo de su marido en su 8º aniversario de bodas y buscaba vídeos subidos de tono por la Web. No le gustaba el porno duro, clásico y sin sentido. Le gustaba ver parejas haciéndolo, pilladas con cámara, amateur grabándose y tríos, le encantaban los tríos y las imágenes con más de dos personas. Era su fantasía, le daba igual si era con dos hombres o dos mujeres, si era una fiesta salvaje o simplemente una orgía. Le excitaba sobremanera ver cuerpos desnudos acariciándose, lamiéndose, tocándose.

Por supuesto el pasado de Gabi era como su presente. Había tenido cuatro novios, había hecho el amor con todos ellos, pero no había hecho ningún trío, ni orgia ni nada fuera de lo común.

La tarde del atrevimiento transcurría placidamente, era un otoño gris y marrón, su niña estaba en la guardería y tenía la casa para ella sola. Eran las 17.00 y no tenía sueño para una siesta.
Gabi arrastraba en su cabeza una imagen que había visto en el patio del instituto donde una chica se estaba morreando con dos chicos, primero comía la boca de uno, para seguidamente cambiar a la del otro. Esto perturbó a Gabi, que después de unos minutos viendo la TV, decidió sacar su portátil y masturbarse. Antes de eso fue a por su consolador, color rosa. Encendió su Apple, lubricó su consolador con una pequeña y húmeda mamada y se preparó para su sesión de autosatisfacción.

Buscó en sus páginas favoritas, comenzó con un trío de jóvenes (dos chicos y una chica) tocándose mutuamente, siguió con una pareja de japoneses follando en un tren y lo siguiente que apareció en pantalla fue la imagen de una chica, la solo aparecía de hombros hacía arriba, se le adivinaban unas grandes tetas y estaba tumbada en una cama.
Gabi siguió viéndolo, no le atraía demasiado ver a mujeres, pero reconocía que alguna vez la había ayudado a tener intensos orgasmos ver a mujeres haciendo el amor.

La chica tenía cara de ser de algún país escandinavo, rubia, con pecas y mofletes abundantes. Al poco de comenzar el vídeo se escucha un leve sonido, un "flap, flap, flap" que descubre que la chica se está masturbando. Cierra los ojos, saca la lengua, se muerde el labio inferior, el superior, así se pasa algunos minutos, el sonido de sus dedos contra el ya húmedo coño se hace más audible y la chica comienza a tener espasmos, se está corriendo.
Gabi se descubre a si misma masajeándose suavemente su coño con el pequeño vibrador, se sorprende verse excitada ante la cara y los gemidos orgásmaticos de una rubia regordeta.

Nuestra protagonista decide investigar y acaba dando con la página oficial en cuestión. En ella descubre chicas, chicos, hombres y mujeres que se graban de hombros para arriba mientras se masturban y tienen orgasmos. Algunas chicas se dejan ver las tetas, algunos chicos lo hacen con su novia, mujer o amigo al lado. Mucha variedad de orgasmos.
Gabi para no ser menos había tenido ya uno, le había gustado un chico, con el pelo rapado, que había gemido como un toro. Jugando, Gabi había llegado a su orgasmo a la vez que el chico elegido.

Abierta de piernas, descansando su sexo, continuó viendo orgasmos.

Y Gabi se animó.

La página parecía seria y bien hecha, nada chabacana, con buen gusto y sencilla.
Con una sonrisa en la cara Gabi se quitó la camiseta y el sujetador dejando al aire sus dos grandes y bonitos pechos.
Colocó la pantalla de su portátil encima de la mesa del salón y se aseguró de que la cámara captara sus hombros, cara e inicio de las tetas.
Activo el programa de "grabación de vídeo" y su cara apareció en pantalla.
Gabi se rió, casi a carcajada limpia cuando se vio en la pantalla de su Mac. Las risas cesaron cuando en todo el salón comenzó a sonar el pequeño vibrador. Gabi se puso sería y comenzó a masturbarse, primero despacio, después más deprisa. No podía ayudarse de imágenes, puesto que lo único que aparecía en pantalla era su cara, ya muy "desfigurada" por el placer. Gabi cerró los ojos y comenzó a pensar en todo lo que había visto esa tarde, las parejas, el trío, la orgía, los chicos y chicas masturbándose... Y llegó.



Al final del segundo orgasmo de la tarde abrió los ojos y se vio en la pantalla, sudando, con la boca entreabierta y sus preciosos ojos verdes muy abiertos.

Le gustó verse así

Se dio de alta en la página y casi temblando por la emoción, el recién orgasmo y los nervios, buscó el botón de "enviar vídeo" y tras meditarlo durante dos minutos, le dio al click.

Gabi se quiso ver, y después de varios minutos de cargar el vídeo, este apareció en la categoría "vídeos más recientes" y allí estaba su linda cara, sus espasmos, su lengua buscando algo que no estaba y sus temblores cuando llegó al orgasmo. Cinco minutos de placer colgados en una página que podía ver cualquiera.

Su mente divago, se asustó y se arrepintió de lo que acababa de hacer, pero Gabi era una chica lista y se autoconvenció de que no pasaría nada, de que nadie de su entorno la descubriría en una página llena de vídeos. Sería demasiada casualidad.

Cerró su portátil y se fue a ver la TV.

Los meses pasaron, Gabi prosiguió con su rutina, iba a clase, reñía a sus alumnos, comía sola, se masturbaba dos veces por semana y se acostaba con su marido otras dos veces, pero al mes. Ni se acordaba de su vídeo colgado.

Llegó el final del curso y la entrega de notas. Gabi tenía ganas de acabar, ese año le habían tocado los chicos de 16 años y aquello era un infierno. Salidas de tono, respuestas maleducadas, alguna que otra pelea en clase. Gabi tenía ganas de acabar, estar los casi tres meses desconectada y rezar para que el año que viene le tocaran una clase más joven.

Era un miércoles de junio y fue llamando por orden alfabético a sus alumnos para entregarles el parte de evaluación. Los "bien", "joooooder", incluso algún que otro "menuda zorra" se escucharon por la clase. Al final de esta cuando sonó el timbre para salir al patio, Gabi vio, después del típico revuelo para salir del aula, como se quedaban cuatro alumnos sentados en sus sillas mirándola.

- Ya podéis salir al patio - Les dijo sin mirarlos mientras recogía su mesa.
- No estamos conformes con estas notas - Le dijo Luis.
- Pues tendréis que pedir una tutoría y hablar con los distintos profesores para revisar las pruebas - Respondió Gabi esta vez mirándolos.
- Tu nos las tienes que revisar - Respondió rápidamente Alfredo

Las risas estallaron entre los cuatro amigos. Estos eran los "macarras" de la clase, tenían a todo el instituto amenazado, habían sido expulsados más de una vez y no iban a aprobar nada en su vida.

Luis era el cabecilla, moreno, alto y delgado, con los pantalones siempre caídos y camisetas cuatro tallas más grandes de lo que necesitaba.
Alfredo era el payaso del grupo, siempre haciendo bromas soeces a los compañeros e incluso a los profesores, bajito y regordete, suplía su poco agraciado físico con un ingenio a la hora de hablar extrañamente inteligente para su edad.
Los otros dos eran mera comparsa: Rafa un crío callado y tímido que si iba con este grupo era por no ser del bando "sufridor" y luego estaba Ham, un marroquí que se encontraba en el instituto en grado de adaptación, dormía en una casa de acogida y estaba fichado por la policía por pequeños robos.

Por primera vez Gabi los miró buscando sus caras y expresiones y se quedó sorprendida cuando reconoció a Luis y a Ham como dos de los chicos que hace algunos meses se estaban morreando con la misma chica en el patio, un rápido y casi imperceptible cosquilleo atravesó su estómago.

- Chicos, os lo repito, si queréis revisar exámenes, pedirme una tutoría y hablamos con los profesores que haga falta - Trató de ser amable Gabi.

Luis se levantó despacio y caminando con esa chulería casi ridícula que le caracterizaba se acercó a Gabi. La profesora cuando vio a su alumno acercarse y no parar hasta que estuvo a menos de un metro de ella, por primera vez tuvo miedo de verdad y su primer movimiento fue retroceder hasta tropezar con su mesa.

- Tranqui profe, que no pasa nada - Le dijo Luis con una cínica sonrisa en la cara.

Gabi buscó a los tres alumnos y se tranquilizó cuando los vio sentados aún en sus pupitres. Había escuchado muchas historias de agresiones a los profesores y ella no estaba preparada para eso.

Empezó a temblar cuando Luis se llevó la mano al bolsillo, pero este solamente sacó su teléfono de última generación, Gabi lo conocía bien, su marido tenía uno como aquel. Con un rápido movimiento de dedos Luis le puso la pantalla delante de su cara.

- Mira profe - le susurró

En la pantalla negra comenzó a verse un logotipo de una página web para acto seguido, ante el terror de Gabi, aparecer su cara, sus hombros y su media risita nerviosa. Era ella y comenzaba a masturbarse como aquella vez delante de su portátil allá por octubre.
Lo primero que se le ocurrió decir fue la mayor estupidez de todas.

- Esa no soy yo - Dijo intentando disimular su nerviosismo

Luis giró el aparato miro haciéndose el interesante y acto seguido llamó a sus tres amigos.

- Venid un momento que me dice que no es ella, a lo mejor nos hemos equivocado -

Los tres chicos se acercaron riéndose. Entre risas y miradas a la pantalla y a su profesora comenzaron a asentir.

- Dale volumen Luis, que quiero ver si tiene la misma voz - Dijo Alfredo

Con solo un movimiento de dedos Luis accionó el volumen y debido al silencio de la clase los gemidos de Gabi resonaron con fuerza.

- Cuando se enfada suena igual - Rió Ham

Los demás comenzaron a reírse. Gabi vio la oportunidad de coger el aparato en ese momento, pero que haría con el, estamparlo contra el suelo, tratar de borrar ese vídeo. No, mala idea.

Los chicos, escucharon el final de su orgasmo, un bonito grito de placer seguido de respiración entrecortada.
La cara de Gabi era todo un poema y ellos lo sabían y sabían manejar esa situación pues era el mismo gesto que tenía la mitad del instituto delante de ellos.

- El viernes búscate la vida, pero a las seis de la tarde nos vemos aquí, traete los exámenes y nosotros las notas, que esto no nos gusta nada y nuestras madres se merecen una alegría - Le espetó Alfredo

Sin dejarle tiempo a reaccionar, los cuatro futuros delincuentes le dieron la espalda y salieron de clase.

Gabi estaba aterrorizada, por su mente pasaron millones de cosas, de dudas y de preguntas: ¿Qué pasará el viernes? ¿Tendría que acudir a la cita? ¿Se lo debería de decir a alguien? ¿A su marido? ¿A la policía?.
La luz le llegó el jueves. Cuando se quedó sola en casa entró en la página donde había colgado su vídeo con la idea de borrarlo. El problema fue que entre los nervios y que hacía meses que no entraba, no recordaba la contraseña. Cursó la petición de recordatorio y al cabo de cuatro minutos que le parecieron eternos, la recibió de nuevo en su mail.
Entró en su cuenta y ante ella se le abrió el cielo. El botón "delete video" estaba allí y no tardó ni un segundo en apretarlo.

El vídeo se había borrado correctamente. Incluso creó una nueva cuenta y entro con ella para verificar que el vídeo ya no estaba allí.

Y no estaba allí.

A Gabi se le dibujó una sonrisa en la cara y pensó "Vais a hacer chantaje a vuestra puta madre". Esa noche durmió muy tranquila.

Llego el viernes, el último día de curso. Había pocos chavales en el centro, solo los que iban a revisar exámenes y los que iban a entregar algunos trabajos de recuperación.
Eran las seis de la tarde y al final del largo pasillo vio aparecer a los cuatro amigos.

- Pasad - Les ordenó Gabi, abriendo la puerta de su despacho - ¿Qué tenéis que decirme?-

- No te pongas chula, profe, solo queremos que nos apruebes todas las asignaturas y así hacernos pasar un verano agradable - Le dijo Luis

- Eso va a ser imposible, he revisado vuestros exámenes y como no os apruebe por vuestras bonitas firmas, no llegáis ni al 0,5 - Respondió Gabi con sorna.

- Vale, vale, vale, a ver si nos has entendido - Replicó Fredo - si no nos apruebas TODAS las asignaturas, colgaremos tu vídeo en la mismísima web del instituto- Amenazó

- Todo el mundo verá como te corres - Dijo Ham

- Lo dudo - Respondió Gabi con seguridad

Rápidamente Luis se llevó la mano al bolsillo de sus anchos pantalones y sacó su temido teléfono. A Gabi se le estremeció todo el cuerpo cuando vio aparecer el aparato infernal.
Luis con destreza maestra comenzó a buscar el deseado vídeo del chantaje.

- Donde está... donde está.... a ver.... - Se hablaba a si mismo el niñato mientras Gabi comenzaba a saborear su victoria.....

- Aquí -

"No, no, no, que dice, no puede ser" Piensa Gabi

El imbécil gira su teléfono y allí está de nuevo su cara, su preciosa y excitante cara retorciéndose de gusto.

- Pero si lo borré de la página - Susurra Gabi mientras se fija mejor en la imagen sin creérselo aún.

- Profe, profe, no sabes que bajarse un vídeo es muy sencillo y se queda guardadito en tu disco duro? - Replicó Fredo

Gabi no se lo podía creer, no era posible, esto era una broma, una pesadilla.

- Ahora por chula no solo nos vas a aprobar, nos vas a poner notas bastante altas, yo quiero hacer la carrera de medicina - Dijo Luis

- Para tocar tetas, he guarrete? - Respondió rápidamente Fredo

Los cuatro chicos se empezaron a reir.

Gabi no sabía que hacer aún, no podía cambiarles las notas, todos se darían cuenta y a ella la expulsarían de la docencia y lo que era peor, hiciera lo que hiciera tenía la absoluta convicción de que el video se acabaría mostrando. El terror y el pánico se apoderó de ella.

- Mira profe, no te pongas mal, solamente tienes que cambiarnos las notas y listo, borramos el vídeo y todo esto se olvida - Le dijo Ham rodeándola con su brazo por los hombros

- No puedo hacer eso, ¿no os dáis cuenta de que es una estupidez?. Os pillarán, esto no se basa solo en un papel donde ponga lo listos que sois ("que lo sois, cerdos de mierda" pensó Gabi) vuestro expediente está en el ministerio y de allí no sale ni entra nadie. No os servirá de nada que yo os falsifique las notas..... además, me expulsarán - Acabo de decir Gabi con lágrimas en los ojos.

- Mierda - Dijo por primera vez Rafa

Los cuatro chicos se quedaron mirándola, sin saber que decir o que hacer.

- Vale - hablo Luis - No puedes hacer nada, pero nos has puteado todo el curso y queremos una compensación, además me iba a costar mucho tener que meterme en la página del instituto y colgar este vídeo -

- ¿Qué queréis que haga? - Preguntó asustada Gabi

Los chicos se miraron y fue Fredo el que le dijo a Luis algo en el oido

- Un momento - Le dijo Luis a su profesora

Los chicos se retiraron un par de pasos y cuchichearon entre ellos.

Gabi se asustó mucho cuando vio a Ham dar vuelta a la llave de su despacho. Ahora estaban encerrados y con el centro semi vacío.

- No se si lo conoces pero hay un juego "verdad, consecuencia o beso"... ¿juegas? - Le espetó con toda tranquilidad Luis.

- Lo conozco, no soy tan vieja, pero me parece una ridiculez. ¿Por que no nos vamos a casa, borráis el condenado vídeo y olvidamos todo esto? - Trató de poner cordura la profesora.

Fredo con el dichoso teléfono en sus manos con la lengua fuera tratando de buscar algo sonrió diabólicamente cuando comenzó a sonar los gemidos de su profesora.

- Vale, vale, pero sin tonterías - Accedió Gabi tratando de conservar la calma.

Los cuatro chicos se miraron y con esas caras de incredulidad mezcladas con excitación tomarón asiento en el pequeño sofá de dos plazas que Gabi tenía en su despacho.

- ¿Quien va primero? - Preguntó Ham

Fredo alzó la mano y sin que nadie le diese el turno preguntó a la profesora.

- ¿En qué pensabas cuando estabas masturbándote delante del ordenador? - Pregunto con una cara pícara y traviesa

A Gabi le subieron todos los colores, pero solo se le notó el rojo en su cara.

- Por favor...... - Suplicó Gabi

- Si no respondes pagas prenda - Replicó Ham

Avergonzada y con ganas de acabar esta pantomima Gabi respondió lo más sinceramente que pudo.

- Cerré los ojos y pense en un trío que acababa de ver en internet - Respondió avergonzada

Los vítores y palmas de los chicos no se hicieron esperar. A Gabi se le escapó una pequeña sonrisa en sus labios.

Era el turno de Gabi.

- ¿Como encontrasteis el vídeo? - Preguntó avergonzada Gabi

Los chicos se miraron, por primera vez, confundidos y algo avergonzados

- Fui yo - Respondió Rafa - Buscaba en casa "material" para las horas muertas y fue pura casualidad que tu vídeo ya estaba en una red de vídeos porno -

"Cabrón" Pensó Gabi

Era el turno de Rafa

- Ahora Ham, tienes que darle un beso en la mejilla a la profe -

Ham se rió y sin pensárselo se levantó del sofá y se dirigió, paso firme, hacia su profesora. Gabi no sabía que hacer, si retirarse, si aceptarlo.... Cuando Ham e inclinó sobre ella pudo notar su olor juvenil. Centímetro a centímetro el chico se le fue acercando hasta que sus gruesos labios encontraron la roja mejilla de su profesora. El beso fue limpio y dulce, Ham abrió ligeramente sus labios e hizo que ese gesto bastara para que Gabi notara cierta humedad en su mejilla.

Los chicos volvieron a aplaudir.

"Si esto va a ser así, puedo estar tranquila" Pensó Gabi.

Pero no.

El turno era de Ham y su dulce beso no tenía nada que ver con lo que tenía preparado.

- Quiero que la profe bese a Luis en la boca - Soltó el chico marroquí

- De eso NADA - Gritó Gabi

- Pues tendrás que pagar prenda y tal y como vas vestida te recomiendo un pequeño morreo antes de que te veamos en bragas o sujetador - Apuntó Fredo.
Este tenía razón, Gabi solamente llevaba sus vaqueros y una camisa, estaban en verano y hacía calor.

En solo unos segundos Gabi se debatió entre morrearse con el delincuente en potencia de Luis o de quedarse sin camiseta o pantalones.

Ni corta ni perezosa y reconociendo que la situación estaba bastante tranquila para como ella la hubiera imaginado, se incorporó. Los chicos pensaron que se quitaría la camisa, pero no; Gabi avanzó por la sala y poniéndose de rodillas delante de Luis acercó sus labios a los suyos y lo besó, sin abrir apenas los suyos, notaba como los de Luis tampoco hacían mucho por forzar la situación. En unos segundos Gabi dejó los labios de su alumno libres de nuevo.
La profesora sentía ahora una mezcla de vergüenza, de miedo y de excitación.

- No, no, no. Un morreo en condiciones, con lenguas flotando - Les recriminó Fredo

Gabi iba a protestar, cuando notó las manos de Luis en su cara y como estas le giraban el cuello. Lo siguiente que notó fueron de nuevo los labios de su alumno y como estos se abrían y su lengua entreba en la boca de Gabi. Ese sabor juvenil a chicle, esa saliba entrando en su boca y esa lengua jugando dentro de ella, hicieron que su apendice tambén buscara su premio.
Ambos estuvieron más de un minuto comiendose las lenguas respectivamente, el sonido inundaba la sala y los tres amigos miraban sin dar crédito.

- Ala, ya está - Dijo Gabi al despegarse de su "besador"

- Wow, tíos, ha sido la hostía - Dijo Luis aún en las nubes

Era el turno de Gabi.

- Hace tiempo os he visto a Luis y a Ham, morrearse con una chica en el patio, los tres. ¿Me lo podéis explicar? - Pidió Gabi

Los cuatro chicos se rieron a carcajada limpia y fue Ham el que habló

- Es Lara, una putilla de la clase de al lado. Esta super salida. No fue la primera vez que hicimos cosillas con ella - Puntualizó Ham mientras los otros chicos lanzaban gritos de aprobación - Hace como un mes nos la chupó a los cuatro. No se deja follar aún, pero esa cae en breve -

Gabi cruzó instintivamente sus piernas, la explicación la habia calentado mucho. Una niña de 16 años chupando cuatro pollas a la vez. La imagen se le dibujó claramente en su cabeza y su entrepierna comenzó a despertar.

Le tocaba a Ham

- Como veo que la profe no se cree lo de Lara y sus mamadas, quiero que Luis le enseñe el video que grabamos -

Luis se tiró hacia atrás por el ataque de risa que le había entrado. Sacó de nuevo su móvil y con esos dedos volvió a buscar en la pantalla. Cuando lo encontró le pasó el aparato a Ham y este a Gabi. En la pantalla se veía claramente como la chica en cuestión estaba sentada a los píes de una cama, mientras los cuatro chicos, con los pantalones bajados se colocaban delante de ella. Luis llevaba el móvil grabando pero eso no impedía que se viera tambien su polla. A continuación, como si de una película porno se tratara, la tal Lara se llevó el aparato de Fredo a la boca y comenzó a chuparlo entre gritos de júbilo de los chicos, a los pocos segundos cambio de polla y comenzó con la de Rafa y así durante varios minutos con todas las pollas que iban tomando un tamaño considerale. La mayor era la de Ham, que era delgada pero muy larga, la de Luis era de un tamaño estandar, pero algo más gruesa, la de Rafa era la más común de todas, la de Fredo era pequeñita, pero tenía su encanto.

Gabi se sorprendió a si misma pensando en el tamaño y grosor de las pollas de sus alumnos y se avergonzó de ello. Le devolvió el movil a Luis y este se levantó para volver a metérselo en el bolso. Gabi no pudo evitar mirar su entrepierna y nota como allí algo grande se escondía.

El miedo de la profesora empezaba a ser sustituido por una creciente excitación acompañada por algo de deshinibición. Esto la puso aún más nerviosa.

- Podemos acabar ya e irnos a nuestras casas, creo que os he pagado con creces - Dijo Gabi

- No, profe, no, aquí solo ha cobrado Luis - Dijo Ham

"¿Tenían pensado cobrar todos?" se preguntó Sara.

- Quiero que Fredo se morré con la profe - Ordenó Ham

Fredo, como si supiera lo que le iba a pedir su amigo, se levanto como un resorte.

Gabi pensó que entre morreo y morreo la tarde pasaría y que al final nada malo ocurriría.

La profesora se sentó sobre su mesa y Fredo se acercó a ella. Este aprovechó su corta estatura y se acomodó entre las piernas ligeramente abiertas de su profesora. Esta le tomó por la nuca y le acercó sus labios para su premio. Fredo tuvo la sutil idea de tomarla por la cintura.
El morreo se alargó por más de un minuto, las lenguas jugaban y a Gabi ya le daba igual quien estuviera dentro de su boca. Pero no le daba igual quien le intentara sobar el culo, y las manos de Fredo eran lo que buscaban. La profesora, sin dejar de chupar la lengua de su alumno, buscó sus manos y las separó de sus nalgas.

- Ya esta - Dijo entrecortadamente Gabi

Los chicos volvieron a aplaudir y a chocar sus palmas con las de Fredo.

Gabi estaba demasiado excitada ya y quería salir de allí o cometería una locura. El ambiente estaba muy caldeado y ella no se fiaba de su control.

Fredo pidio algo que descolcó a todos.

- Quiero que Ham y Luis se morren - Ordenó.

Las protestas comenzaron entre los dos chicos: "ni de coña", "estas pirao", "no habíamos quedado en eso". Al final decidieron que los dos pagarían prenda y lo que hicieron fue quedarse en gallumbos.

Gabi no podía más , sabía que tenía que salir de allí rápido o los chicos pasarían a mayores... y la propia Gabi dudaba de su integridad. Ver a dos jóvenes en gallumbos, con las piernas al aire y con sus pollas marcadas en la tela, la estaba poniendo muy nerviosa, demasiado.

- Chicos, me tengo que ir, de verad que se me hace tarde - Dijo intentando poner cara de sinceridad.

Los cuatros chicos la miraron, serios, con esa mirada que ella conocía tan bien, mirada de "tú haras lo que nosotros digamos".

El turno de Luis no se hizo esperar.

- Ahora quiero que sobes un poco la polla de Ham - Le ordenó su alumno.

Gabi sabía que tarde o temprano pedirían algo así, y sin más se levantó ante el estupor de todos.... pero simplemente para quitarse su camisa y dejar su sujetador color crema al aire con sus tetas rebosando por encima del encaje.

Los chicos comenzaron a dar vitores, olvidándose de que dos de ellos estaban en ropa interior, se pusieron de pie comenzando a acercarse a su profesora y a aplaudir como monos en celo.

Era el turno de Gabi, asustada no sabía que pedir, si baja el listón ellos lo subirían en la siguiente prueba, pero subirlo más era ya pasar a palabras mayores. Decidió dejar contento a otro chico, ya se había morreado con dos y conociendo a Rafa no se propasaría demasiado... y se arriesgó.

- Quiero morrearme con Rafa - Ordenó.

Los chicos volvieron a saltar y a alegrarse. Rafa se levantó y se acercó a la profesora.
Cuando sus bocas chocaron, Gabi estalló de excitación, ni de joven había besado a tres chicos en tan corto espacio de tiempo. Rafa besaba muy, muy bien, muy húmedo y sensual, la lengua le sabía dulce. Gabi lo tomó por la nuca y lo acarició. Rafa le comenzó a acariciar la espalda suavemente hasta subir a sus hombros. El beso ya duraba cerca de los dos minutos, pero a Gabi no le parecia suficiente, estaba muy, muy caliente y Rafa besaba fenomenal. Enredó sus dedos con el pelo de su alumno, Rafa a su vez dejó una mano en la nuca y la otra la fue pasando hacia delante, en busca de las tetas de Gabi. Las pudo acariciar, Gabi jadeaba dentro de la boca de Rafa mientras este acariciaba suavemente la parte superior de sus pechos. A Gabi se le paró el tiempo y fue Rafa quien se separó de ella.

Cuando la profesora abrió los ojos se percató de que los dos chicos en ropa interior tenían una considerable erección y el silencio reinaba en la oficina.

Luis fue el que tomó la iniciativa:

- Vale, ya vemos por donde vas, vamos a ponernos serios, ahora morreate con Ham, que es el único que te queda y vemos si nos podemos ir ya - Dijo con una sinceridad aplastante.

- Vale, pero la última y acabamos - Mintió Gabi.

Ham se levantó, Gabi no pudo evitar mirar su entrepierna y notar como aquello estaba muy grande, la carne le rebotaba en la tela de su gallumbo, tuco que hacer un esfuerzo para no pensar en el video de la chica chupándosela a todos y no imaginarse a ella con ese aparato en su boca.
Ham se le acercó, cuidadosamente le abrió las piernas y se acomodó entre ellas, la tomó por la cintura, acariciando su piel desnuda, ambos giraron las cabezas y comenzaron a besarse.

Ham era diferente, era más brusco, mas húmedo, más fuerte, pero a Gabi le gustaba, hacía tiempo que no la besaban así. Ham se separó por un momento de la boca de su profesora y le susurró: "Rafa te ha tocados un poco las tetas, yo tambien quiero". Gabi se lo tomó como una proposición y no como una orden y con una tímida sonrisa en los labios, asintió con la cabeza. Ham volvió a la carga buscando cada rincón de su boca con la lengua, mientras que sus manos buscaban los pechos de Gabi.

Gabi escucho movimiento en el despacho, abrió los ojos y vio como los alumnos se levantaban y se dirigían hacia ellos, le entró el miedo, el nerviosismo, pero la lengua y las manos de Ham la tenían presa de placer. Su alumno no se quedó tan preso y lentamente fue buscando el pezón de su profesora hasta encontrarlo, apretándolo despacio. Gabi trató sin éxito de separarse, sin éxito puesto que solo hizo un débil movimiento de manos.

Gabi comenzó a notar como unas manos acariciaban su espalda. Intentó girarse, pero la mano y la lengua de Ham se lo impidió.

Luis bajó por su espalda hasta dar con el sujetador, el cual desabrochó con la misma habilidad que manejaba su móvil.
Gabi notó como sus pechos quedaban libres y como la tela del sujetador desaparecía de su cuerpo. La lengua de Ham seguía martilleando el interior de su boca. Gabi por fin pudo separarse de los labios de su joven amante.

- Chicos, por favor, por favor.... - Rogó Gabi

- Disfruta profe, no te preocupes - Contestó Fredo.

Ham la soltó y cuatro manos la tumbaron encima de la mesa, quedando recostada con las tetas libres. Gabi observó la escena y vió a cuatro cabezas que la miraban desde arriba con cara de hambre.

- Por favor, por favor, dejad que me vaya - Suplicó de nuevo la profesora.

- Un poco más, solo un poco más y acabamos - Contestó Rafa escitadísimo

Fredo se colocó justo encima de su cabeza y bajó hasta comenzar a besarla, metiendo su lengua, jugando con ella, inundándola de placer.
Ham comenzó a acariciar su pezón derecho suavemente.
Luis bajó hasta comenzar a besar su vientre.
Rafa tomó con sus manos el seno izquierdo.

Gabi estaba en la gloria, una gloria culpable e infiel, pero gloria al fin y al cabo. Sus gemidos y respiraciones desataron las hostilidades entre sus alumnos.

Fredo buscó la lengua de su profesora y esta no dudó en sacarla y dársela, dejando a este que se la chupara. Ham y Rafa comenzaron a lamerle y chuparle los pezones ya duros y oscuros.

Y Luis? Donde estaba Luis? Gabi notó como su cinturon se abría y acto seguido sus vaqueros comenzaban a desabrocharse. Notó como sus pantalones bajaban hasta desaparecer por sus píes. A continuación unas manos tomaron sus braguitas y rápidamente desaparecieron, siguiendo el mismo camino que sus pantalones.

Ahora Gabi estaba totalmente desnuda, a merced de cuatro criminales en potencia... y le estaba gustando. La mezcla de miedo, excitación, perversión, saber que cuatro expertos menores le estaban chantajeando de esa manera la hizo volverse loca.

"Tiene el coño depilado" Anunció Luis. Ham dejó por un momento su pezón y se acercó a verlo. Ahora Gabi se sentía como un maniquí, a la vista de todos.
"Déjame ver si esta excitada" dijo Ham, para acto seguido meter un dedo en su más que húmedo coño. "Sí, lo está y mucho" dijo Ham sonriendo, para acto seguido llevarse el dedo a la boca y chupar la miel de su profesora.

Fredo había dejado de comer su lengua y se había acercado tambien a su entrepierna, "¿A ver?" y acto seguido introdujo dos dedos rechonchos y muy expertos, sacándolos a los pocos segundos también se los llevó a la boca para probar su nectar "Está muy dulce la putilla" dijo.

"Putilla... Dios me están usando, soy una puta, ¿lo soy?" pensó Gabi.

Ahora los cuatro chicos estaban entre sus piernas, metiendo los dedos placenteramente en su coño, cada vez que los metían tardaban más en sacarlos, acariciando su vulva.
Gabi no podía más, o salía de allí o acabaría por follarselos a todos.

- Vamos a beber un poco que tengo sed - Dijo Luis con ya una erección que sus gallumbos no podían disimular ya más

Este se agacho, metió su cabeza entre los muslos de Gabi y comenzó a lamer, chupar, beber, comer, meter en su coño. La profesora se agarró a los bordes de la mesa, tratando de no gritar o gemir.

- ¿Quien tiene sed? - Preguntó Luis cuando acabó de beber del coño de Gabi.

Todos levantaron las manos... y todos, uno a uno, comenzaron a lamer su sexo, casi había empujones por adelantarse y comer de aquella fruta prohibida hasta hoy. Todo esto supereba a Gabi que se autoconvencía de que si hacía esto era simplemente por el vídeo que podrían colgar en la página web del instituto.

Pero ella sabía que no era por eso.

Gabi se corrió cuando la cuarta lengua buscaba su clítorix, se corrió mordiéndose el labio inferior, sin gritar y arqueando la espalda sobre la mesa. No sabía de quien era esa lengua, pero poco le importaba ya.
Se incorporó como pudo.

- Por favor, os lo suplico, dejardme ir, por favor - Pidio Gabi

- ¿Cómo te vamos a dejar ir con esto que tenemos entre las piernas - Dijo Ham señalándose el paquete y agarrándoselo con una mano.

Los chicos hicieron lo mismo, agarrándose le paquete con ambas manos, el de Luis era espectacular.

Niñerías.

Gabi, tan asustada como excitada, no sabía que hacer, la imagen de la chica chupando esas cuatro pollas al mismo tiempo le envolvía la mente y no le dejaba pensar con claridad.

- Vale, vale - reaccionó Gabi - Os dejo que os masturbéis - Dijo inocente.

Los chicos estallaron en carcajadas.

- No profe, no. Vamos a pajearnos y tu nos vas a ayudar, queremos ver el video pero en primera persona... en vivo - Dijo Fredo.

Gabi, tratando de cubrir sus pechos y su coño, se dio cuenta de que lo que los chicos querían era verla masturbarse en directo.

"Mientras sea solo eso, lo haré, me iré y todo habrá acabado" Se volvió a mentir Gabi.

Los chicos se acomodaron apretados en el sofá, Gabi hizo lo propio en si silla, que había colocado delante de la mesa, se abrió de piernas cerró los ojos y comenzó a acariciarse la parte interior de los muslos. A continuación con su mano izquierda se abrió ligeramente los labios de su coño y, mojándose los dedos de la derecha (cosa que hacía instintivamente pero que no necesitaba puesto que su coño chorreaba de pura lujuria), bajo hasta acariciarse su clítorix.



Abrió los ojos y vio la escena que se presetnaba delante de ella: Cuatro chicos, desnudos de cintura para abajo, encajados en un pequeño sofá, con sus pollas duras y juveniles entre sus manos, sin quitar los ojos de su profesora, unos con movimientos suaves, otros con más rapidez.

Gabi abrió más las piernas y su masaje se volvió más rápido y salvaje. Los chicos no reían, solo miraban y se masturbaban. A gabi le excitó ver la imagen de sus piernas desnudas, tocándose entre si.

Los chicos no podían más, la imagen de Gabi abierta de piernas, con su mano frotándose el coño rápido, sus tetas botando en cada sacudida, y mirándolos fíjamente... todo eso era demasiado para unos adolescentes en celo como eran ellos.

Gabi bajó la vista para ver como su coño comenzaba a pedir sitio para su orgasmo, sus pies se pusieron de puntillas, su mano libre apretaba sus pechos. Gabi alzó la vista de nuevo pero los chicos ya no estaban sentados.

Los cuatro se acercaban a ella, con sus miembros duros apuntandola directamente. Ella por primera vez no tenía miedo, solo ganas de follárselos.


Ham fue el primero en actuar. Acercó su larga y fina polla a la cara de Gabi, le abrió la boca con los dedos y se la insertó de golpe. La profesora la recibió con susto, pero con gran placer, sentir carne caliente dentro de su boca, jugosa por la masturbación anterior, dulce, joven.

Los otros tres chicos simplemente miraban como Gabi chupaba como una loca el pollón del joven marroquí mientras se pajeaban a escasos centímetros de ella. Gabi alzó las manos y buscó a tientas algo a lo que agarrarse, algo duro, carnoso y caliente. Encontró dos pollas que comenzó a masturbar.

Estaba en el cielo.

La cuarta polla que faltaba se la encontró cerca de su boca, en un momento soltó la de Ham y se dedicó a chuparla. Tenía que ser la de Fredo, era pequeña, sabrosa pero pequeña.

- Espera, que seguro que puedes con las dos - Dijo Fredo

De nuevo la polla de Ham se acercó a la boca de Gabi. Los dos chicos las tenían bien agarradas y haciendo un gran esfuerzo, Gabi se metió primero la de Ham para seguidamente meter la de Fredo. Ahora por primera vez en su vida tenía dos pollas en su boca.

La sensación era extraña, incómoda, la pequeña polla de Fredo intentaba salir de su boca, todo lo contrario de la de Ham que la taladraba sin compasión. El morbo la tenía superada, la edad de los chicos, de ser alumnos, de poder, de estar actuando en una película porno, de esas imágenes que ella misma usaba en sus tardes de masturbación....

Se separó de ellos cuando su respiración comenzó a fallarle. Ahora tenía las cuatro pollas a la vista, impacientes, calientes, húmedas. Pero Gabi no sabía que hacer con tanta carne.

Los chicos sí.

Gabi se dejó hacer. Se tumbó en la mesa. abrió los brazos y las piernas.

"Buah.... menuda caliente" escuchó a uno de los chicos. Le daba lo mismo.

Uno a uno fueron pasando por su coño, mientras los otros guardaban cola para metérsela, ella disfrutaba del placer de sentir todas aquellas pollas dentro de su excitado y dilatado coño.
El primer orgasmo lo tuvo con la polla de Luis dentro. Era gruesa, sabía moverse muy bien, tenía caderas poderosas y le sacó un orgasmo bestial. Gabi no ahogó el grito, esta vez no.

- Alaaaaaaa, se ha corrido, a ver si le sacamos una corrida cada uno - Dijo Ham.

Así uno a uno fueron metiendosela de nuevo. Esta vez los que esperaban no se quedaban guardando cola, se acercaban a su cara, se la metían por la boca, ella les pajeaba, le comían las tetas. Manos por todas partes, lenguas por todo su cuerpo, caos, placer...

Gabi estaba en una bacanal, como las que alguna vez había visto en los videos.

Se corrió con todos y cada uno de sus alumnos, no podía más. Pero ellos no se corrían, su juventud les ayudaba a mantenerse firmes y sabían parar.

- Chicos, por favor, no puedo más... no puedo más - Estalló Gabi, sus piernas le dolían, sus pechos estaban llenos de saliba, su coño tan sensible que una brizna de aire le arrancaba un espasmo mezcla de dolor y placer.
Pero su petición, no iba a resultar tan fácil de conseguir.

- La última prueba; dinos donde quieres que nos corramos - Le espetó Luis

Gabi no había sospechado que los chicos saldrían con eso. Pensó, fantaseó, pero no sabía, eran cuatro pollas, en su coño sería peligroso, no estaba ovulando pero quedarse embarazada era lo más encillo del mundo cuando no lo deseas, en la boca aunque estaba acostumbrada a tragarse algunas veces la corrida de su marido, no creía posible beber la leche de los cuatro chicos, de dos quizás, de los cuatro acabaría con arcadas....

- Rafa y Fredo en mi boca, Ham y Luis en mis tetas - Respondió decidida.

Los chicos chocaron sus manos, y se encaminaron hacia ella. Ham y Luis se despojaron de sus camisetas también. Sus cuerpos lampiños pero musculados despertaron si cabe aún más la excitación que sentía Gabi que por primera vez decidió tomar cartas en la situación.
So colocó boca abajo apoyada sobre un reposabrazos del sofá, que era suficientemente alto como para dejar su culo en pompa a una altura perfecta para que los chicos "jugaran con ella".

- Ham y Luis me váis a follar y Rafa y Fredo se ponen en el sofá de rodillas y se las chupo - Ordenó, no sin cierta verguenza, Gabi.

Los chicos sorprendidos de la nueva situación se encogieron de hombros y obedecieron a su profesora.

Si había elegido a Ham y a Luis para que le follaran de nevo fue por que creía que tenían más experiencia y sus dos pollas eran perfectas para follar. Las de Rafa y Fredo eran más normales y prefirió comerselas.

Mientras Ham y Luis se turnaban para follársela, Gabi daba buena cuenta de las dos jovenes pollas que tenía en su cara. Lamió y chupó entre gemidos de placer.

Fredo que aún guardaba alguna, le retó a que tratara de chupar las dos pollas a la vezde nuevo. Gabi lo miró con cara cómplice y comenzó a meterse los dos trozos de carne en su preciosa boca. Justo en el momento que lo había conseguido y volvía a sentir la placentera incomodidad de tener esas dor vergas en la boca, un nuevo orgasmo le llegó gracias a las embestidas de Ham, que seguia martilleando, junto con su amigo, el coño de su profesora.

Al cabo de varios minutos de placer, saliva, orgasmos femeninos y sudor. Los chicos comenzaron a gemir y a respirar más rapidamente.

Rafa y Fredo separaron sus poyas de la cabeza de su profesora, Gabi se los tomó con ambas manos y en pocos segundos comenzaron a correrse. Primero Rafa, que metió toda su polla en la boca de Gabi y descargó en ella su leche.

"Traga, traga, traga" Animaban desde atrás sus dos alumnos mientras aún la estaban follando.

Gabi no dejó una sola gota, se lo tragó sin derramar nada, caliente, áspero, agridulce.

- Ahora me toca a mi - Dijo Fredo mientras Rafa se separaba de ella con una sonrisa en los labios.

Gabi tomó la pequeña polla de el chico gordito y se la llevó a la boca. Rafa la tomó por la cabeza y, literalmente, comenzó a follarle la boca. Al cabo de pocos segundos con un bufido más parecido a un toro que a un joven de 17 años, Fredo se corrio de nuevo en la boca de Gabi.
Esta vez, al contrario de lo que llevaba pensando la profesora toda la tarde, la sorpresa fue mayúscula, el bajito, gordito, con la picha corta y más bien feo le sorprendió al descubrir que su corrida estaba dulce, dulce como no había probado jamás. La engulló y por si eso no le bastara apretó la polla de su alumno con una mano estrujándo y sorbiendo hasta la última gota, mientras que con la otra le agarraba una regordita nalga de su culo.

- Waaaaa, esta pava me va a dar la vuelta!!! - Dijo con sorna Fredo intentando separarse

Las risas estallaron de nuevo en la sala.

Gabi no podía más, durante las dos corridas, había pensado que los dos chicos que le estaban taladrando el coño pararían para ver el espectaculo, pero no fue así en ningún momento y, o se corrían ya, o matarían a Gabi de un placer que rayaba ya la locura.

Gabi se desenganchó de la polla de Luis y se sentó en el sofá.

- Venid - Les dijo - Machacaosla, mientras me mamáis las tetas -

Los chicos obedecieron más esas dos únicas órdenes que Gabi les había dado que en todo el curso entero.

Se pusieron de rodillas en el suelo y con las manos masturbando sus tiesas pollas, comenzaron a mamar y lamer las grandes tetas de su profesora.

Los otros dos, aún desnudos, miraban la escena sentados en la mesa. Rafa aún se acariciaba su polla, aun empalmada.

Cuando Gabi notó que los lametones se estaban conviertiendo en mordiscos, los hizo levantarse y, tomando sus dos pollas, las masturbó hasta que practicamente a la vez, se comenzaron a correr sobre sus tetas.

"Ooooooooooooooooooh" gimieron sus dos jóvenes amantes, mientras ella esparcía su leche con las puntas de sus pollas.

"Esto es increible. Dios, nunca lo hubiera pensado, que maravilla" Pensó Gabi mientras limpiaba con sus dedos la leche de sus tetas y se los llevaba a la boca.


A los chicos se les veía cansados mientras se vestían. Gabi usaba un paquete de pañuelos húmedos que tenía en el cajón de su mesa para limpiarse lo mejor que podía el semen que aún tenía en los pechos y la cara.

Luis buscaba algo entre su ropa.

- Profe, mira - Le mostró el teléfono - Acabo de borrar el vídeo, estamos en paz - Le dijo con una de esas sonrisas de macarra que antes tanto coraje le daban a Gabi y que ahora tanto le gustaban

- Muchas gracias - Le dijo esta acompañándolo con un beso en los labios.

Y así dándoles un pico en los labios a los cuatro chicos se despidió de ellos. Era su último curso y no sabía si los volvería a ver, por un momento le pasó por la cabeza pedirles sus correos electrócnicos o móviles, pero deshechó la idea justo en el momento en el qué se abrochaba los pantalones.


Una vez vestida se sentó en su silla, detrás de su mesa. Sacó las boletines de evaluación de los cuatro chicos de su maletín y otros cuatro nuevos de su cajón.
Buscó la asignatura de Lengua, que era la que ella les impartía y fue la única que cambio de un "insuficiente" a un "bien".

"Tampoco hay que exagerar" Pensó Gabi con una ámplia sonrisa en los labios.

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