6 ago 2009

SPA

Y allí íbamos.

Había acabado la temporada y lo único positivo que habíamos sacado era que nos había tocado un pellizco de la lotería y ese dinero lo íbamos a invertir en una tarde en un SPA de las afueras de nuestra ciudad.

La votación había estado reñida; la opción de cena gratis había quedado en segundo lugar por muy poco, pero la experiencia de ir a un sitio en el cual no había estado la mitad de la plantilla nunca, parece que atraía más.

Al ser más de 10 personas lo habíamos alquilado para toda la tarde, solo para nosotros.

Aunque yo, desde mi veteranía supuse que también era importante que las dos delegadas de nuestro equipo estuvieran apuntadas al SPA.

Pili, la novia del capitán, una chica de 18 años, menudita y simpática. Para mi gusto bastante extrovertida. Pero estaba enamorada del equipo y no podíamos dejarla atrás.

Barbara, la otra delegada, también 18 añitos y muy amiga de la primera y conocida más por unos que por otros, la verdad que no la hubiéramos invitado, pero si no venia ella, Pili no hubiera venido. Por empezar a dar algún dato de lo que nos esperaba, diré que era una chica muy, pero que muy….. sexualmente activa.



Allí que llegamos y nos metimos cada cual en sus respectivos vestuarios. Y a los pocos minutos, ya estábamos los chicos metidos en la primera "estación" del recorrido.

Cuando la puerta del vestuario se abrió y vimos aparecer a las dos chicas, el silencio fue sepulcral durante unos segundos. Pili salía con un bañador, normalito y solo se le apreciaba las curvas bien puestas de su edad. Barbara salió con un bikini de dos piezas y puedo apostar lo que queráis a que yo no era el único que le miraba sus enormes, turgentes y altos pechos.

Las chicas se mostraban bastante tímidas y su primera reacción fue meterse en la primera piscina que encontraron. Los chicos, después del sofocón ya nos relajamos y nos pusimos a hablar, hasta que uno de ellos, se dio cuenta de que las dos se habían metido en una de las piscinas del final del recorrido. Yo fui nadando hacía ellas y acercándome más bien poco, les dije que debían de empezar por el principio.

Es que nos da un poco de corte – Me respondió Pili

No seáis tontas, es como si estuviéramos en una playa cualquiera- Le respondí yo intentando tranquilizarlas.

Las dos se miraron y fue Barbara la que salio de la pequeña piscina y comenzó a nadar junto a mi hacia donde estaban los otros 10 chicos. Pili nos siguió.

En cuento llegamos, el capitán tomo a Pili en sus brazos y alejándose ligeramente del grupo comenzaron a acariciarse y besarse, Como no podía ser de otra manera los gritos y vítores del resto solo hizo que destensar el ambiente.

Mientras Barbara, yo y dos chicos más comenzamos a hablar de nuestro deporte. A Barbara se le ocurrió decir que la pareja estaba todo el día igual y que ya resultaban bastante cargantes.

Están en la época del toma y daca continuo, es normal, déjalos… o tienes celos? – Le respondió uno de nosotros.

De celos nada, yo tengo los tíos que quiera y cuando quiera – Respondió ella toda chula.

El compañero y yo nos miramos y estallamos en una sonora carcajada.

A mi te iba a costar convencerme… no eres mi tipo – Mintió el.

A mi no tanto, pero eres muy bajita y joven – Le mentí yo.

Ella se rió y acercándose a nosotros dos, con esas tetas por delante, nos dijo con voz de viciosa:

Si os pongo esto delante… ¿quien de los dos no se tiraría a ellas? –

Los tres nos reímos.

A mi no se me ocurrió otra cosa que decir:

Eso es plástico –

A buena parte. Barbara con cara de enfado dio un paso más y mirando antes por si alguien estaba cerca dijo:

Te dejo que las toques y ya me dirás –

"Bingo!" Pensé yo, bendita juventud.

Miré para que nadie estuviera fisgando y alargue mis manos. Casi no abarcaban cada teta, eran enormes, con su pezón duro, grandes, blandas y como no, naturales 100%

Creo que son de verdad, tío – Le dije a mi compañero.

Ella le miró y el acerco una mano para tocar la que yo había dejado libre para el.

Ella no hacía más que mirar a un lado y a otro para que nadie viera la escena: Ella de pie y dos maromos tocándole las tetas, una cada uno.

Ala, ya está que os estáis empalmando – Dijo ella socarrona y algo colorada.

Así quedó la cosa, con una tensión sexual digna de la mejor película de Adrian Lyne.

Pasaron algunos minutos hasta que una voz sonó por encima de uno de los chicos:

EEEEHHHHH; donde vais marranos!!!!-

Dijo señalando a los dos novios que se adentraban en la sauna.

Los dos rieron y se metieron en ella.

Pasados otros tantos minutos, vi como algunos de los chicos estaban espiando en la claraboya de la sauna, entre risas y nerviosismo.

Barbara, que ya estaba animada y charlando de cualquier cosa, se levantó y fue donde estaban ellos, le hicieron un sitio, pues la chiquilla no era muy alta y entre todos los chicos parecía un gnomo. Su pequeño cuerpo desapareció entre los cinco chicos que estaban espiando a los dos novios.

No me quedó otro remedio que levantarme de mi cuarta "estación" y me dirigí donde estaban ellos.

Más que ver como Pili estaba haciéndole una mamada a su novio lo que más me llamó la atención fue ver como Barbara se estaba dejando meter mano por el chico que antes le había sobado la teta.

Los otros cuatro chicos no sabían donde mirar, si a la pareja de dentro de la sauna, con la boca de ella llena de la polla de el o ver como Manuel estaba detrás de Barbara sobándole las tetas por debajo del bikini.

Ya estaba liada.

Los dos de la sauna comenzaron a follar, con ella a cuatro patas y el detrás cabalgándola como un loco. Los dos amantes ocasionales comenzaron a caminar en dirección al jacuzzi juntos de la mano.

Los 8 chicos restantes nos conformamos que dividirnos entre los que se quedaron mirando a los de la sauna, los que se metieron en la piscina de al lado del jacuzzi a ver como Barbara y Manuel se devoraban a besos y los que como yo, nos fuimos a la pileta de agua templada…. Para templarnos a nosotros mismos.

Pasado un tiempo la pareja del jacuzzi se levantó y el sin hacer nada por disimular su erección y ella sin hacer nada por meterse una teta que se le había salido del bikini, se metieron en los baños turcos (decorados con azulejos pequeños y con mucha humedad).

Ahora los fisgones se turnaban entre la sauna y el baño turco, a gritos de: "le está haciendo una mamada"; "le está comiendo el coño"; "se la esta cepillado, creo que por el culo". Lindezas como estas que hacían que los que estábamos a palo seco, maldiciéramos nuestra suerte. Algunos de los mirones se tocaban sus abultados paquetes mientras miraban sin pudor alguno.

Manuel salió del baño, entre aplausos y vítores de los demás, el se acercó a mí y sentándose me dijo:

Tienes que ver como folla esa pava –

No creas que lo he pensado –

No, no, que dice que vayas tu ahora –

Venga tío, no me jodas, que no estoy yo para bromas, con el empalmazo que tengo-

En serio, que me ha dicho que pases, joder… si no vas tu, entro yo otra vez –

Vale, voy a ir, pero si es una broma te corto los huevos –

Me levanté y me dirigí tratando de no levantar sospechas hacia donde estaba Barbara. Al parecer todo el mundo estaba muy ensimismado viendo como Pili le ponía dura la polla otra vez a su novio, después de que el se corriera ya una vez.

Entré y la vi, tumbada en el caliente mármol, desnuda y haciéndose la dormida, con sus tetas apuntando al techo.

Me querías para algo – Atiné a decir

Si, no querías sobarme las tetas un poco más – Me respondió ella

Riéndome me acerque a ella y me senté al lado de su cabeza. Ella se movió y apoyó su cabeza en mis piernas. Le atusé el pelo en un gesto más paternal que sexual y ella me tomo mi mano y me la posó en sus tetas.

No estás cansada de haber follado con Manu? – Le pregunte

No me cansa follar, además se corrió enseguida – Me respondió como si nada.

Se giró y apoyó su barbilla en mi pierna. Sacó su brazo hacia delante y palpó mi paquete, duro desde hacia ya bastantes minutos.

¿Puedo chupártela? –

Debes –

Fue lo que hablamos antes de que ella bajar ala goma de mi bañador y sacara mi polla al húmedo ambiente.

La niña no era inexperta, es más me arriesgo a decir que había comido mas entrepiernas que muchas de mis ex novias. Como se movía!!

En un abrir y cerrar de ojos, yo era el que estaba tumbado boca arriba en el mármol y ella estaba encima mía. El 69 con su pequeña altura era perfecto y su coño juvenil era dulce como la miel.

Nos incorporamos y me senté, ella se puso de cuclillas en el mármol y se la metió como si nada, allí empezó a botar como una loca. Mientras mis manos sobaban y estrujaban sus grandes tetas.

Estaba en el cielo, pero eso que dicen que del cielo al infierno hay un solo paso, es verdad. Giré mi cabeza hacia el pequeño ventanal y allí estaban todas la cabezas posibles, mirando y riendo.

Si se hubiera quedado ahí la cosa, no me hubiera importado, pero lo peor fue cuando la puerta se abrió delante nuestra y entraron dos chicos. Barbara se asustó un poco, pero cuando vio que los chicos no venían a ver, si no que se estaban bajando sus bañadores y sacando sus duras pollas, estiró las dos manitas para comerlas y empezar a pajearlas.

Mis "Dejadnos en paz" no surgieron efecto, puesto que Barbara ya estaba chupando una mientras pajeaba la otra.

Traté de relajarme, y los gemidos de nuestra delegada hicieron que lo consiguiera.

Los sonidos guturales de su boca, me hicieron ver que uno de ellos se había corrido ya en ella. El otro no tardó en correrse en su mano.

Lo que más temía ocurrió y la cola para ser pajeados no tardó en formarse. Yo por mi parte, cerré los ojos, disfruté del coñito de la pequeña Barbara y me corrí mientras ella llegaba a su segundo orgasmo. Tengo que decir que no lo disfruté todo lo que podía haberlo hecho, puesto que tanta polla cerca de mí, me bajó bastante la líbido.

Traté de safarme del lugar, esquivando chicos y pollas, mientras ella, en un estado catatónico, trataba de controlar la marea de testosterona.

Pasé por delante de la sauna y Pili y su novio, ya no estaban, miré hacia la piscina y allí estaban, como no, besándose.

Me zambullí en el agua templada y allí me relajé viendo como el ir y venir de los 8 chicos era incesante.

Vaya la que ha armado Barbara, verdad? – Me dijo Pili

Ya te digo, ya te digo – Le respondí

Nos reímos los tres, mientras el le metía mano por debajo del bañador.

Le miré y no pude aguantarme:

¿Que es que no os cansáis nunca de sobaros? –

Su respuesta fue más que típica:

Pues no –

Silencio….

Además, ¿no te parece que está buena mi novia? – Me pregunto el.

No está mal, no señor – Le respondí yo


Mira que tetas se gasta, jajajajaja – Rió el aupando a su novia

¿Seguro que son naturales? – Me atreví yo

Mientras, en el baño turco, el movimiento era continuo.

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